viernes, 7 de octubre de 2011

La despedida


Tengo el inmenso placer de presentar a una nuevo habitante de la eternidad.Se trata del enorme Guillermo Canelo,quien nos regala un hipnótico relato corto cargado del mas fascinante de los simbolismos,una delicia para los que les gustan involucrarse en las historias,para aquellos que buscan ese "algo más",para todos vosotros...
"La despedida" es uno de los diez relatos que componen "La inquietud del acero",una colección que muero por leer.
Guillermo, no se las veces que nos visitarás,solo se que esperaré esas visitas toda la Eternidad.


No es cierto que se estropeen cuando metes un objeto metálico. No sucedió esta vez, al menos.

Allí estaba Elga, tan guapa. Su mano se agitaba nerviosa al otro lado del cristal, haciendo extrañas señas circulares. A Günter no le gustaban las despedidas. Pero aquella poseía una belleza trágica, sobrecogedora. En esa mano diciendo adiós había algo mágico, algo terriblemente hermoso.

Günter estaba tan abstraído en estos pensamientos que no oyó el timbre anunciando que la comida estaba lista. Elga, tal vez por lo elevado de su propia voz, tampoco lo oyó.
Con los ojos llenos de lágrimas, ella gritaba algo a su marido, que la miraba como hechizado. Con curiosidad admirativa, Günter observaba la tenaz resistencia que oponía la fina cuerda a los intentos de desatarse de su esposa.

Algunas sirenas aullaban ya en la distancia, sumándose a los gritos de Elga y a los quejidos de la silla de madera chirriante. Günter, enmedio de su odio, se acordó de Ulysses.
- Esas sirenas cantan por tí, Elga, -musitó, casi para sí. Y luego añadió, riendo como un poseso: -Agárrate ahora a ese mástil, anda. Abrázate a él con fuerza, si es que puedes.

Ajeno por completo a la histeria y al ruido, un muñón sangriento reposaba en el regazo de la mujer. Un enorme cuchillo de cocina le hacía guiños rojos desde el suelo.
Al fin Günter retiró el plato del microondas, extrajo la alianza del chamuscado dedo anular y se dispuso a comer.

De “La inquietud del acero". Por Guillermo Canelo.


Me hubiera gustado muchísmo publicarlo tal y como me lo envió Guillermo,porque tenía una presentación sublime,pero las cosas de los blogs son así...

3 comentarios:

  1. Alicia, admiro la fina escritura del autor para poder transmitir en pocas palabras aquella relación enferma entre marido y mujer. Se nota la experiencia literaria. Me gustó muchísimo. Un saludo grande para vos y otro especial para Guillermo por entregarnos y deleitarnos con este pequeño cuento de sangre y dolor.

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  2. "Gracias por vuestro aliento, dijo la vela al viento". Esta frase (de cuño propio, si es que soy un crack), me gusta mucho porque es cierta en dos sentidos, (me encantan las paradojas, soy un tipo controvertdo). Alude por un lado al impulso positivo que puede suponer una crítica favorable (Como viento soplando en las velas de un barco, algo que ayuda a avanzar) y por otro se refiere con ironía al efecto negativo de los elogios si se prodigan a un carácter débil (la llama de la vela se excita con una suave brisa, pero luego... FLOP, se deshace en la nada con el soplo del viento. Inspiración, expiración, esas cosas, pero soy fuerte, soy fuerte, hoy casi logro no comer mi porción de chocolate relleno de naranja, después de la cena :)No, en serio, muchas gracias a vosotros por dedicarme vuestro tiempo. Espero seguir haciendoos disfrutar.

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