domingo, 18 de diciembre de 2011

Frío

Desde el momento en que entré en la habitación, tenía bastante claro que nada iba a salir bien, que nada volvería a ser igual. Tenía miedo de lo que me esperaba, pero estaba ya cansado de mirar para atrás.
Tumbado, sentía que ya no era capaz de controlar ningún músculo, no sentía la sangre correr por mis venas, no notaba oxígeno en mi cerebro, mis latidos me habían abandonado, pero la sensación no era desagradable.
Vi entrar a un hombre con una bata verde, era extraño porque no sentía ningún respeto por él, incluso me hubiera gustado poder mirarle con desprecio, era un matarife, nada más.
Descubrió la sábana que me tapaba, me miraba con ojos inquisidores, buscaba restos de mi vida, pistas de mis pecados, investigaba mi cuerpo y parecía disfrutar, me abría la boca, me miraba fijamente a los ojos, hurgaba en mi sexo, notaba su respiración cerca, muy cerca.
La primera toma de contacto no fue satisfactoria. Él fue rápido, no hubo preliminares, sacó el escalpelo enseguida. Si hubiera tenido un corazón vivo, se me habría disparado, pero en el estado en que me encontraba no fui capaz de tener una reacción lógica, una reacción lógica física, claro, porque mi cabeza iba a mil revoluciones por segundo.
No sentí la incisión, pero la imaginaba larga por el tiempo que le llevó. Me hubiera encantado verme abierto en canal, pero no pude hacerlo, solo veía las manos del matarife ensangrentadas, chorreantes, moviéndose mecánicas, depositando mis órganos en balanzas y cajones, pesando mi interior, rebuscándome dentro.
Imagino que le estaba costando arrancarme las entrañas porque, de vez en cuando, resoplaba y emitía sonidos de esfuerzo. Una vez silbó, supongo que porque vio que tenía el hígado destrozado, consecuencia de mi gran afición por el alcohol (¡¡¡ahora sí que me bebería un whisky triple!!!).
Me esforcé por ver lo que iba sacando, pero como me había ladeado la cabeza, solo veía una puerta y las balanzas y cajones llenándose, pero todo lo introducía en ellos muy rápido, así que ya tenía negada la visión hasta de mí mismo…
El sonido viscoso de la sangre y la situación en la que me encontraba, me hizo recordar una canción de Skinny Puppy, así que era curioso, pero mientras me vaciaban, no podía dejar de tararear internamente “I´mmortal”. Después de un rato sin parar de tener esa música en mi cabeza, algo me llevó a pensar en My Ruin y su tema “Ready for Blood”, ojalá hubiera podido reírme, lo hubiera hecho a carcajadas, “¿Preparado para la sangre?”, ¡joder si lo estaba… preparado, listo y ya!!! VACIO (confieso que también me excitó pensar en la cantante, pero obviamente no me empalmé…)

El matarife se fue de la sala un rato, supongo que a relajarse y tomarse un breve descanso, porque cuando llegó apestaba a tabaco negro y café… (espero que se haya lavado las manos…porque ya se sabe lo que dicen: “café y cigarro…muñeco de barro…”)

Rápido, al lío (a este tipo le deben pagar por horas…), me puso la cabeza de frente, la sujetó con una especie de tornos… oí el sonido del perforador (esto va a ser una trepanación en toda regla!!!), ahí va… a por mis pensamientos, a por mis emociones, a por mis recuerdos, a por mi mala cabeza… Ahora sí, esto se acaba, solo puedo pensar en una última cosa: tienen razón, la Morgue es tan fría como dicen…

ALICIA MISSTERROR


Licencia de Creative Commons
Frio by Alicia Missterror is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://unaeternidad-tresminutos.blogspot.com/.

6 comentarios:

  1. Alicia, éste fué el primer relato tuyo que leí y me impactó. Está genial. Yo haría una segunda parte, donde el ánima en pena del muerto deambula por la morgue en busca de venganza por sus órganos perdidos. Me alegro que lo hayas publicado.
    P/D: No puedo modificar como quiero mi blog, eso me tiene mal. Espero remediarlo pronto; pero sucede que no tengo mucha idea.
    Un abrazo:)

    ResponderEliminar
  2. Luis-¿y por qué no haces tú esa segunda parte del relato? Sería maravilloso...

    Siento no poder ayudarte con el diseño del blog,yo de eso no tengo ni idea...pero no estés mal por eso,lo importante es todo lo que escribes y éso sabes que es sublime.La Niña seguirá dando guerra porque ella es así,es una guerrera!!!

    un abrazo ;)

    ResponderEliminar
  3. Si, al igual que le ocurrió a Niña Tabaco éste relato también me dejó secuelas. Frío es tan desgarrador y gráficamente tan crudo que lo llegué a sentir en mis entrañas, sentí el frío de la maldita mesa de autopsias en mi cuerpo...

    Desde que lo leí siempre he pensado que hubiera sido un magnífico final para una historia, un libro narrado en primera persona donde el protagonista hubiera acabado en la morgue hasta decir fin. Me encanta Missterror, me encanta Frío.

    Cosas de la vida hoy me levanté con el I'mmortal de Skinny Puppy sonando en mi cabeza (debido a que ayer noche vi The Greater Wrong of the Right). Pero la que realmente escucho en este estupendo relato es "H" de Tool, esa maldita canción siempre me ha hecho pasar frío…

    ResponderEliminar
  4. Es por eso que tenemos que reivindicar espejos en los techos de la morgue.

    Buen relato.
    Con Patatas

    ResponderEliminar
  5. Tus relatos se están volviendo una necesidad que digo son como una droga, espero con ansias el siguiente....

    ResponderEliminar
  6. Darkotica-esos dos temas van perfectos!!!!
    Igual no debería confesarlo pero la verdad es que escribí este relato en un momento de aburrimiento total en el curro,en el que me preguntó una compañera ¿qué te pasa? y yo la contesté "que es como si estuviera muerta..." y ella me dijo "pues haz algo..." y eso hice...no se me ocurre otra cosa mas gratificante que escribir.
    Como siempre,gracias por tus palabras.

    Con patatas-gracias bro!!!reivindica reivindica!!!

    Joe King-muchísimas gracias Joe,en serio.Pronto tendrás tu dosis!!

    un abrazo a todos!

    ResponderEliminar